Comer como una auténtica parisina: ¿cómo, cuándo y dónde?

“Las parisinas son inexplicabes. ¿Acaso no radica su encanto precisamente en eso?”, escribió Honoré de Balzac.

¿Cómo vive una parisina de verdad? ¿Dónde sale con sus amigas, cómo se viste, qué come? Vivo en París desde hace doce años y os voy a contar cómo es la vida cotidiana de la gente en la Ciudad del Amor… ¿Es verdad que las parisinas se pasan toda la vida a dieta? ¿Comen croissants y pain au chocolat cada día? ¿Dónde compran ropa, qué cenan y… cómo consiguen estar tan delgadas?

Vayamos por partes. ¿Cómo es una cena normal en París?

La cena es la comida más importante para las familias francesas y, generalmente, se hace en casa. Hay que decir que las francesas cenan lo que les apetece con la conciencia tranquila. Después de todo, NUNCA pican nada entre el ligero almuerzo a la 1 y la cena, que se hace sobre las 8. Aquí los únicos que meriendan (yogurt, puré de frutas o galletas) son los niños. Los franceses NUNCA comen NADA entre la 1 y las 8 de la tarde. Se limitan a tomar espreso.

Por otro lado, hay alimentos que las francesas nunca toman por la noche: fruta (porque creen que afectan al sueño) y té (por la misma razón).
Normalmente la cena se toma en casa y, como se ha dicho, es la comida principal. Nos acuerdamos que las parisinas no están acostumbradas a desayunar. La hora del almuerzo apenas comen, bien porque no quieren o porque no tienen tiempo. Por la noche, cuando la familia está reunida en casa (sobre las 7 o las 8), se ponen al día. Es habitual que antes de la cena tomen un aperitivo, puede ser una copa de vino o algo de kir, un cocktail a base de licor dulce y vino blanco. La bebida se toma con algo de comida, botana u olivas, habitualmente. Es el momento en el que todo el mundo pica algo y charla. Tras el aperitivo llega el turno de la cena.

Según la tradición, lo que se tomaba era sopa, sobre todo en las familias campesinas. Hoy en día prácticamente nadie conserva esta costumbre. Una cena normal se compone de un entrante y un segundo plato, carne o pescado, con guarnición. Luego es el turno del queso y, a veces, de la ensalada (sí, se toma después del queso). Por último, el postre.
Seguramente haya parisinas que heroicamente rechazan un postre después de las seis, pero… yo no las he conocido. Los postres favoritos de los franceses son: la mousse de chocolate (muy por encima del resto), la panacotta, el pastel de manzana y el tatin (una tarta de manzana muy dulce).

La pregunta del millón es cómo las francesas siguen siendo tan delgadas después de darse tal festín a la hora de cenar. Trataremos de responder a esta pregunta en nuestro siguiente post.